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San
Basilio Magno |
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Comenzó
por visitar los monasterios de Egipto, Palestina
Siria y Mesopotamia, con el propósito de observar y
estudiar la vida religiosa. Se estableció en un
paraje agreste en la región del Ponto, separado de
Annesi, por el río Iris. En aquel retiro solitario
se entregó a la plegaria y al estudio. Formó el
primer monasterio que hubo en Asia Menor, organizó
la existencia de los religiosos y enunció los
principios que se conservaron a través de los siglos
y hasta el presente gobiernan la vida de los monjes
en la Iglesia de oriente. San Basilio practicó la
vida monástica propiamente dicha durante cinco años
solamente, pero en la historia del monaquismo
cristiano tiene tanta importancia como el propio San
Benito. |
Por
aquella época, la herejía arriana estaba en su
apogeo y los emperadores herejes perseguían a los
ortodoxos. En el año de 363, Basilio fue ordenado
diácono y sacerdote en Cesarea, pero para evitar
generar ciertos conflictos con el arzobispo Eusebio,
decidió retirarse calladamente al Ponto. Sin
embargo, Cesarea lo necesitaba y lo reclamó. Dos
años más tarde, San Gregorio Nazianceno, en nombre
de la ortodoxia, sacó a Basilio de su retiro para
que le ayudase en la defensa de la fe, del clero y
de la Iglesia. En el año de 370, año en que murió
Eusebio, Basilio fue elegido para ocupar la sede
arzobispal vacante. Tiempo después, la muerte de San
Anastasio dejó a Basilio como único paladín de la
ortodoxia en el oriente, y éste luchó para
fortalecer y unificar a todos los católicos que,
sofocados por la tiranía arriana y descompuestos por
los cismas y las disenciones entre sí, parecían
extinguirse. |
El Santo
murió en el año 379, a la edad de 50 años. |
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