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San Juan
Bautista De La Salle |
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Venciendo
las reticencias de las autoridades eclesiásticas de
la época, las dificultades en la perseverancia de
sus primeros seguidores, las dificultades económicas
para el establecimiento de las escuelas y la
carencia de técnicas y medios adecuados logró ir
estableciendo su comunidad y las Escuelas Cristianas
por todo el reino de Francia. Su abandono y renuncia
personal lo llevaron a dejar las cosas más preciadas
para él, lo llevó a hacerse pobre entre los pobres,
maestro entre los maestros y Hermano entre los
Hermanos. Su seguimiento de Jesucristo lo llevó al
anonadamiento total y a la donación total. |
En las
escuelas normales se seguía hablando latín y
se daba mucha importancia a las materias
tradicionales, mientras que las “populares” de los
Hermanos adoptaron inmediatamente la lengua materna
e introdujeron una enseñanza de carácter elemental y
profesional, que comprendía la lectura, la
escritura, la ortografía, la aritmética y el
catecismo. Las clases se dividían según el nivel de
desarrollo de los alumnos: los que habían progresado
más tenían que ayudar a los más atrasados. Pero la
escuela Lasallista tenía sobre todo una dirección
profesional, para que los muchachos del pueblo
pudieran conseguir un empleo bien remunerado. En el
horario escolar se colocaron también el dibujo
industrial y los ejercicios prácticos con varios
instrumentos de trabajo. Pero todos los días de
clase tenían que comenzar con media hora de
religión. |
Su
muerte se produjo el 7 de abril de 1719, Viernes
Santo, en la casa de Ruán, aquejado de fuertes
dolencias y edad avanzada. A su muerte, la comunidad
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas se
encontraba establecida en diversas diócesis de
Francia y sus escuelas se desarrollaban con vigor.
La obra de Dios había sido realizada gracias a la
donación total de uno de sus hijos. La nueva
Congregación contaba ya con doscientos miembros
distribuidos en 22 casas.
Actualmente el Instituto se extiende por 82 países
con 10.000 Hermanos que acompañados por numerosos
seglares, atienden en más de 1.300 obras educativas
a 1.000.000 de alumnos. Producto de su esfuerzo es
el Instituto La Salle en San Pedro Sula, Honduras. |
Eran
auténticos maestros, dotados de sólida cultura, pero
también de las virtudes propias del buen educador:
prudencia, sabiduría, paciencia, bondad, celo,
piedad y generosidad. Juan Bautista de La Salle fue
uno de los más sobresalientes educadores de la
Iglesia y precursor de los modernos métodos de
enseñanza. Fue canonizado en 1900.
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