Santa
María de la Rosa |
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En 1840
se fundó en Brescia una asociación de mujeres
piadosas para atender a los enfermos de los
hospitales y nombraron como superiora a Santa María
de la Rosa. Las mujeres que pertenecían a la
asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al
principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres
meses ya eran 32. Muchas personas admiraban la obra
que las Doncellas de la Caridad hacían en los
hospitales, atendiendo a los más abandonados y
enfermos de gravedad. En 1850 se fue a Roma y obtuvo
que el Papa Pío Nono aprobara su consagración.
La gente veía en ella un modelo al que imitar. |
Por eso
Monseñor Pinzoni exclamaba: "La vida de esta mujer
es un milagro que asombra a todos. Con una salud tan
débil hace labores como de tres personas robustas". |
Aunque
apenas tenía 42 años, sus fuerzas ya estaban
totalmente agotadas de tanto trabajar por pobres y
enfermos. El viernes santo de 1855 recobró su salud
como por milagro y pudo trabajar varios meses más.
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Pero al
final del año sufrió un ataque y el 15 de diciembre
de ese año de 1855 pasó a la eternidad a recibir el
premio de sus buenas obras. |
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