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San
Pablo de la Cruz |
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Se
alistó en el ejército del Sumo Pontífice para
defender la religión, pero después de un año se dio
cuenta que no tenía vocación para militar. Se quedó
por varios años en la casa de sus padres dedicado a
la oración, a la meditación y a practicar la caridad
hacia los pobres. Ordenado sacerdote, trabajó con
intensidad creciente por el bien de las almas,
sirviendo a pobres y enfermos. Predicó frecuentes
misiones populares, estableció casas de la
Congregación que había fundado y siempre ejerció la
actividad apostólica basándose en la contemplación
de la Pasión del Señor y mortificándose con duras
penitencias. |
Se
retiró durante 40 días a redactar los Reglamentos de
la nueva comunidad, en una húmeda habitación junto a
una sacristía, donde vivió todo ese tiempo a pan y
agua y durmiendo por la noche en un lecho de paja.
Esos Reglamentos son los que han seguido siempre sus
religiosos. Luego se dedicó a ayudar a los
sacerdotes a dar clases de catecismo, y a predicar
misiones populares con gran éxito.
El Papa Benedicto XIV aprobó los Reglamentos, pero
suavizándolos un poco, y entonces empezaron a llegar
novicios, y pronto tuvo ya tres casas de religiosos
pasionistas. |
En 1771
fundó la comunidad de Hermanas Pasionistas que se
dedican también a amar y hacer amar la Pasión y
Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. |
Murió en
Roma el año 1775.
Antes de cien años (1867) fue declarado Santo. |
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