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San
Policarpo |
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Conocemos la conmovedora conclusión de su vida
gracias a un documento fechado un año después del
martirio de San Policarpo, que tuvo lugar el 23 de
febrero del año 155. Es una carta de la “Iglesia de
Dios peregrinante en Esmirna, a la Iglesia de Dios
peregrinante en Filomelio y también a todas las
parroquias de cualquier lugar de la Iglesia santa y
católica”. Es una narración muy importante bajo el
aspecto histórico, hagiográfico y litúrgico. |
Mientras
en el anfiteatro de Esmirna se está quemando vivo,
el mártir eleva al Señor una estupenda oración,
breve pero intensa: “Bendito seas siempre, oh Señor;
que tu nombre adorable sea glorificado por todos los
siglos, por Jesucristo pontífice eterno y
omnipotente, y que se te rinda todo el honor con Él
y con el Espíritu Santo, por los siglos de los
siglos”. De improviso ese cuerpo quemado quedó
reducido a cenizas. “A pesar de esto, escribe el
autor de esa carta, que recomienda hacer leer a las
otras Iglesias, nosotros recogimos uno que otro
hueso, que conservamos como oro y piedras
preciosas”. |
El día
de su martirio fue el 23 de febrero del año 155. |
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