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San
Sérvulo |
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Fiesta: 23 de Diciembre |
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¿? - †
590 |
an
Sérvulo,
Patrono de minusválidos y discapacitados,
era un pobre enfermo
que yacía frente a la puerta de la casa de
un rico, incapaz de hacer el menor
movimiento, con su cuerpo lleno de llagas.
Nuestro Santo estuvo paralítico
desde la primera infancia, de suerte que no
podía ponerse en pie, sentarse, llevarse la
mano a la boca, ni cambiar de postura. Su
madre y su hermano todos los días lo
llevaban al pórtico de la iglesia de San
Clemente en Roma. Su paciencia, su
mansedumbre y su piedad despertaban la
admiración de todos. En sus dolores, alababa
a Dios sin cesar; le agradecía y le pedía
sufrir más todavía. |
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Sérvulo vivía de las limosnas que le
daban las gentes. Si le sobraba
algo, lo repartía entre otros
menesterosos. A pesar de su miseria,
consiguió ahorrar lo suficiente para
comprar algunos libros de la Sagrada
Escritura. Como Él no sabía leer,
hacía que otros se los leyesen, y
escuchaba con tanta atención, que
llegó a aprenderlos de memoria. |
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San
Gregorio Magno concluye un sermón sobre San Sérvulo,
diciendo que la conducta de ese pobre mendigo
enfermo es una acusación contra aquellos que,
gozando de salud y fortuna, no hacen ninguna obra
buena ni soportan con paciencia la menor cruz. El
Santo habla de Sérvulo en un tono que revela que era
muy conocido de él y de sus oyentes, y cuenta que
uno de sus monjes, que asistió a la muerte del
mendigo, solía referir que su cadáver despedía una
suave fragancia. San Sérvulo fue un verdadero siervo
de Dios, olvidado de sí mismo y solícito de la
gloria del Señor, de suerte que consideraba como un
premio el poder sufrir por Él. Con su constancia y
fidelidad venció al mundo y superó las enfermedades
corporales. |
A punto
de morir, rogó a los que le rodeaban que hiciesen
silencio, diciéndoles que oía los conciertos de los
ángeles. Murió dulcemente hacia el año 590. |
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